La Nutri Box
- Revista Soma
- 18 jul 2015
- 5 Min. de lectura
Un estilo de vida que se contagia
Cada paso está en sus manos, cada producto que venden es porque ellos lo consumen, también. La identidad del emprendimiento, que empezaron hace menos de seis meses, refleja lo que ambos aman hacer. La Nutri Box, nació cuando Lau y Facu se decidieron a ponerle un nombre a los hábitos que habían estado incorporando en sus vidas y que los habían ido acercando al veganismo.
Nos abren las puertas de su cocina saludable. A abstenerse los que no quieran contagiarse...

Hablan de La Nutri Box como si fuese una entidad separada de ellos mismos. Quizá se hace necesario, porque los espacios en el departamento de Saavedra, donde el emprendimiento tiene su “centro de operaciones”, se solapan constantemente. Es que Lau y Facu comparten el proyecto, la casa, y el corazón. Aunque ellos aseguran que no los complica en absoluto, sino que se convierte en una satisfacción saber que llegan a casa y los pedidos de La Nutri Box pueden tomar protagonismo. Entonces, manos a la obra, mucho ruido, muchas nueces y a preparar la entrega del día siguiente.
Todo empezó cuando decidieron que las nueve horas de oficina no se las iban a comer más. “en las reuniones de la agencia de publicidad para la que solía trabajar, cuando todos debatían sobre las estrategias para aumentar las ventas de un producto, yo no dejaba de preguntarme ‘qué hago acá’. Estaba ahí sentada, pero mi cabecita se iba volando por la ventana”, recuerda Lau con cierto hastío. Ambos se conocieron trabajando en publicidad y, aunque la comunicación es otro de los amores que comparten, entendieron que ejercerla sin sentido, jamás puede llenar el alma.
Al tiempo que despertaban de esa realidad, Lau había empezado a comprarle a una amiga frutos secos al por mayor. Nueces, almendras, castañas de cajú… y cada tanto un conocido le pedía que le pasara “un par de kilos de esto, otro par de aquello”. Tanto que un día, sentados en el Parque Saavedra, Facu y Lau se miraron y entendieron que podían unir las sensaciones y apostar a un único proyecto, que conjugara un trabajo con sentido y la necesidad de acceder a productos de calidad.
¿Qué productos ofrece la Nutri Box?
Facu: Elegimos armar packs que tuviesen un mix de productos empaquetados y elaborados. Así, complementamos alimentos a los que el público en general está más acostumbrado, como los frutos secos, los nachos, los budines con otros a los que se van animando, como la leche de almendras, la pasta de garbanzos (hummus), o el queso de nuez.
A la par de nuestro cambio en la alimentación, la Nutri Box fue mutando. Podemos decir que todos los productos sí son veganos. Aunque no todos son 100% orgánicos, tenemos el orgullo de ser coherentes y asegurar que todo lo que ofrecemos es porque también lo consumimos nosotros. A medida que vamos investigando, aprendiendo, intercambiando saberes y recetas, la elaboración de los productos va modificándose, sutilmente. Por ejemplo, hace poco me di cuenta de que, si pelaba cada poroto de garbanzo antes de procesarlo para preparar el hummus, el sabor era mucho más puro y sabroso. Lleva más tiempo, sí, pero la satisfacción de saber que ese producto va a llegar a otro que lo va a agradecer, es irremplazable.

¿Cómo llegan al consumidor?
Facu: Desde el principio supimos que la pata digital de todo esto iba a ser nuestro fuerte. Al tratarse de productos sin conservantes, elaborados el mismo día en que se hace el pedido, supimos que no había otra forma que hacerlo por encargo.
Obviamente, no es como ir al supermercado y pasearse por góndolas atractivas que se vuelcan de una en el carrito… acá tenés que tenerlo presente, entrar a la página web y hacer tu pedido. La diferencia es que te lo llevamos hasta la puerta de tu casa.
En ese sentido, sabemos que competimos con un bombardeo de publicidad, por parte de empresas muy duras. Por eso, si no hay un recordatorio constante, un estímulo por parte de la Nutri Box hacia los clientes, se vuelve muy difícil llegar. Nos dimos cuenta de que el rasgo impulsivo sigue estando, aun vendiendo productos integrales y bajo esta modalidad. Es decir, si no estamos activos en el Facebook o a través del mailing, la cantidad de pedidos semanales baja enseguida.

Y, al mismo tiempo que ofrecen un producto de calidad, están aportando al consumo consciente…
Lau: Sí, desde el punto de vista del consumidor, el intercambio es mucho más consciente. Pensás dos veces antes de pedir un producto, empezás a entender los tiempos de producción y de consumo, y el valor que tiene este tipo de alimentación.
También apostamos a que la gente experimente con los productos que, quizá en un principio, no sabe bien cómo usar en la cocina de todos los días. Y como amamos la comunicación, nos fue muy placentero armar un blog donde se pueden consultar las propiedades de cada alimento, y un listado de recetas. Muchas vinieron de mi mamá, que fue una de las personas que me introdujo a la alimentación consciente. También nos inspiramos mucho en consejos de cocina del chef Pablito Martín y algunos de los tantos maestros y recetas que circulan por la web.
Facu: Entendimos que para evitar el fundamentalismo, basta con ser honesto con uno mismo. Si te diste cuenta, no hacer la vista gorda. Yo por mi parte, tengo certeza de que el modo de producción orgánica va a ir ganando terreno, y que los espacios de comercio justo cada vez se van a ampliar más. Vamos camino hacia eso, y es imposible frenarlo.
¿Cuáles son las proyecciones para este año?
Nuestro objetivo es conseguir clientes, es decir, que la gente repita sus pedidos y que lo haga semana a semana. También, las proyecciones tienen que ver con el intercambio y con el modo en que ofrecemos los productos. Por ejemplo, al principio habíamos armado tres Nutri Box distintas, entre las que la gente podía elegir. Ahora abrimos la posibilidad de armar uno mismo su propia Nutri Box personalizada, y funciona mejor.
Como todo parte de un cambio en el estilo de vida nuestro, La Nutri Box se va amoldando a nuestros deseos y expectativas personales. Por el momento, nos llena el alma y eso nos da suficiente fuerza para seguir adelante. O frases que escuchamos del otro lado, como un chico que el otro día nos dijo, mientras probaba una pizza: “es vegano, pero rico”. Sentir que se contagia, es lo que nos impulsa a seguir.

Comments